Biólogo resalta las importantes funciones ecológicas de los "hongos de la madera"
IBS/DICYT El doctor en Biología de la Universidad de Salamanca Sergio Pérez Gorjón ofrece esta tarde una conferencia en el Museo Etnográfico de Castilla y León, con sede en Zamora, en la que realizará un repaso de los tipos de hongos Aphyllophorales, conocidos como los “hongos de la madera”, de los que ha resaltado en declaraciones a DiCYT que “cumplen importantes funciones ecológicas y de las que nos podemos servir para nuestro propio beneficio, pero que por encima de todo, debemos conocer y conservar”.
La conferencia “Aphyllophorales (hongos de la madera)”, se encuadra dentro de las actividades que ha programado el Etnográfico para la Semana de la Ciencia, que se completará con otra conferencia mañana sobre astronomía, además de un ciclo de cine científico la próxima semana. Además, esta conferencia forma parte de las actividades que la Asociación Zamorana de Micología ha preparado dentro de sus duodécimas jornadas.
“El grupo de los hongos Aphyllophorales engloba un variado conjunto de organismos, muy diverso en cuanto a su forma, ecología y modo de vida y a diferencia de los hongos que forman las setas típicas más conocidas como los champiñones, las amanitas o los boletos, dentro de este grupo se encuentran formas muy variadas como los yesqueros, los hongos en coral, rebozuelos o los hidnos”, ha explicado Pérez Gorjón. La mayoría de este tipo de hongos tiene un modo de nutrición “saprófito y descomponen la madera y otros restos vegetales, siendo de gran importancia en la transformación y reciclado de la materia orgánica presente en los bosques”. Otros de estos hongos actúan como parásitos de algunas plantas, causando en ocasiones patologías de diversa cuantía en multitud de especies vegetales.
Además, algunas especies intervienen como depredadores de distintos animales, por ejemplo nemátodos, “por lo que se pueden utilizar en control biológico de plagas”, ha detallado el biólogo, que ha añadido que “un buen número de estos hongos establece relaciones con plantas a modo de micorrízas y diferentes mutualismos con insectos o aves, reblandeciendo con su acción descomponedora la madera que es utilizada posteriormente por estos animales”.
Pero algunos de estos hongos también son apreciados como alimentos, como los Cantharellus, Hydnum o Sarcodon y “existen multitud de estudios científicos que corroboran las propiedades medicinales anticancerígenas y activadores del sistema inmunitario de algunos de ellos como Ganoderma lucidum, Grifola frondosa, por lo que es necesario conocer y conservar este tipo de hongos”, ha concluido Sergio Pérez Gorjón.