Diez grupos de científicos estudiarán los cambios climáticos del pasado, presente y futuro en la Península Ibérica
José Pichel Andrés/DICYT El Grupo de Geociencias Oceánicas de la Universidad de Salamanca participa en el Programa de Investigación GRACCIE sobre cambio climático en la Península Ibérica, aprobado recientemente por el Ministerio de Educación y Ciencia dentro del Programa Consolider-Ingenio 2010. Los científicos salmantinos han explicado hoy que el objetivo de este proyecto es estudiar los cambios climáticos del pasado, el presente y el futuro, un proyecto "ambicioso" que integran en total 10 equipos de investigación con un presupuesto de 6 millones de euros.
En concreto, la misión del grupo salmantino será realizar sondeos en las profundidades marinas de los alrededores de la Península Ibérica para obtener sedimetos que, a través de su posterior análisis, ofrezcan pistas de la evolución climática, modificaciones de la temperatura, de las líneas de costa o de la biodiversidad. "Vamos a estudiar los registros obtenidos en el mar profundo, aunque también trabajaremos en zonas costeras", ha señalado Francisco Javier Sierro, director del grupo, en declaraciones recogidas por DICYT. Se trata de analizar el clima con una perspectiva histórica de más de 100.000 años, un "aspecto muy importante porque vamos a intentar entender cómo ha cambiado el clima antes de la intervención del hombre y qué mecanismos llevan a esas variaciones naturales para comprender también las consecuencias que tiene el actual impacto humano", apunta.
El 28 de abril se reunirán en Barcelona por primera vez todos los grupos del consorcio, nueve españoles y uno suizo, científicos de campos tan diversos como la Física, las Ciencias de la Tierra, la Meteorología o la Biología. El coordinador es Joan Grimalt, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, mientras que Francisco Javier Sierro es el vicecoordinador del área que se ocupa del clima en el pasado. Otros grupos se encargarán del cambio climático del presente y de los modelos de predicción para el futuro.
Colaboraciones
En el grupo de la Universidad de Salamanca, que cuenta con 792.000 euros de presupuesto, estarán integrados científicos de la Universidad de Vigo, del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, la Universidad Complutense y la Universidad de Alcalá, que estudiarán los cambios en la línea de costa, "uno de los problemas más graves", asegura Sierro. Sin embargo, este fenómeno se ha producido con anterioridad "en respuesta a la fusión de las antiguas masas de hielo". De hecho, el último gran cambio climático se produjo hace 10.000 años y se tradujo en la eliminación de casi todo el hielo del hemisferio norte a excepción de Groenlandia, lo que llevó a su vez a importantes cambios costeros, según ha explicado Sierro.
Por otra parte, el grupo salmantino colaborará también con el Instituto de Estudios Pirenaicos de Aragón, que trabajará en el registro de cambios climáticos del pasado obtenidos en lagos. En concreto, aportará registros obtenidos en el Lago de Sanabria (Zamora) y en estalactitas y estalagmitas de cuevas de Castilla y Léon. "No es nuestra línea de investigación, que ha estado centrada en el mar, pero las herramientas que se utilizan son similares y podemos colaborar con ellos", señala Sierro, puesto que se trata de "generar nuevas estrategias para estudiar el clima".
Por parte del Grupo de Geociencias Oceánicas, las muestras que necesitan para su parte del trabajo se obtendrán en el Golfo de León, en el mar Catalano-Balear, el mar de Alborán, el Golfo de Cádiz y el margen continental de Galicia. "Los modelos sobre el impacto del cambio climático requieren de más datos y de inversión en grandes computadoras que permitan manejar mucha información a la vez", descata por su parte José Abel Flores, miembro del grupo salmantino. "Nosotros vamos a suministrar esos datos para que se empleen en muchos escenarios pasados y futuros", añade.
Temperatura, CO2 y plancton
Uno de los objetivos es lograr registros de temperatura del agua durante el último periodo glaciar que serán comparados con los cambios de CO2 en la atmósfera obtenidos en los sondeos de hielo de la Antártida. Además, analizarán el plancton marino en diversas áreas del Mediterráneo durante los últimos 15 años con la finalidad de analizar los ciclos estacionales y el impacto del cambio climático reciente en el Mediterráneo, así como el efecto que estos cambios puedan tener en el bombeo de CO2 hacia el océano profundo.
La participación en GRACCIE, que tendrá una duración de cinco años, no supone un abandono de otros proyectos del grupo salmantino, en el que se integra también la profesora María Ángeles Bárcena. "Las líneas de nuestro grupo siguen vigentes en todos los océanos, el Ártico, el Antártico, el Pacífico y el Índico", asegura José Abel Flores, ya que "las herramientas y los objetivos son muy similares", apunta. De hecho, tienen previstas nuevas campañas en el buque Hespérides y otros buques internacionales, como el francés Rhosos, que trabajará este verano en el Golfo de León. Asimismo, el grupo salmantino participará también en los próximos años en una campaña del buque americano Joides Resolution en el Golfo de Cádiz.
El Programa Consolider-Ingenio 2010 pretende impulsar la competitividad de los grupos de investigación españoles y de él se espera que salga la publicación de un gran número de artículos en revistas científicas internacionales. Además del GRACCIE, esta convocatoria ha financiado otros 27 programas de áreas como la Biomédica, la Física, la Ingeniera o las Ciencias de los Materiales.
"El cambio climático actual es diferente" |
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En opinión de Francisco Javier Sierro, "el cambio climático actual es diferente a los registrados en otras épocas", como el deshielo del hemisferio norte de hace 10.000 años, "porque hasta ahora se han producido por hechos naturales y en la actualidad estamos introduciendo perturbaciones que no se habían dado". Por ejemplo, "nunca en el último millón de años el CO2 había subido tanto como en la actualidad, y esto lleva a un aumento de temperatura". Este experto considera que "no podemos parar el cambio, pero sí mitigarlo". En la misma línea se manifiesta su compañero José Abel Flores al afirmar que "hay que afrontar el cambio climático, porque no se puede combatir". Afrontarlo significa "adaptarse" mediante cambios en la educación, promoviendo nuevos cultivos e invirtiendo en nuevas tecnologías. |