Salud España , Segovia, Lunes, 19 de marzo de 2007 a las 18:35

Un profesor de la Universidad de Oviedo imparte una charla sobre medicamentos obtenidos a partir de seres marinos

El experto asegura que la gran diversidad de especies permite contar con más elementos bioquímicos

BGA/DICYT El profesor de la Universidad de Oviedo, Felipe Lombó Brugos, visitó Segovia para impartir una conferencia sobre el origen natural de algunos fármacos, poniendo especial atención a los que proceden de océanos. En este sentido, explicó que el medio acuático es el que cuenta con un mayor número de especies, desde bacterias hasta algas y animales.

Lombó Brugos señaló que las condiciones de temperatura y presión abarcan unos valores mucho más amplios que en cualquier hábitat continental, y esto ha permitido una explosión de vida incomparable a la que encontramos en los hábitats habituales de mamíferos terrestres.

Recordó que en los océanos hay seres vivos capaces de vivir permanentemente a la temperatura del agua que la convertirían en hielo de no ser por la enorme presión existente en los fondos abisales. Y subrayó que también en los océanos se encuentra vida en lugares como las fosas marinas, donde la presión puede variar entre 300 y 1.000 atmósferas, mientras que en la superficie del océano la presión es de 1 atmósfera.

Por su parte, en los hábitats terrestres la vida no sobrevive por encima de los 50º C de los desiertos, pero en los océanos hay ecosistemas con bacterias muy peculiares, gambas, gusanos tubícolas, y algunos peces en zonas donde el fondo del mar está en contacto con el magma volcánico del interior terrestre, y éste calienta el agua a temperaturas de más de 300º C, que sirve de alimento a todas estas especies, sin destruirlas.

Para Lombó Burgos, un segundo factor responsable de esta mayor riqueza de especies en los océanos es el hecho de que la vida surgió por primera vez en los medios marinos, de acuerdo a las teorías más aceptadas. Y de los 3.900 millones de años que llevan existiendo y evolucionando los seres vivos en este planeta, las tierras emergidas han albergado vida sólo desde hace poco más de 500 millones años, primero los antepasados de las plantas terrestres, y luego insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. “Pero en cambio, las especies oceánicas han existido y evolucionado durante casi ocho veces más tiempo que cualquier especie continental; y todo este tiempo ha permitido que las especies marinas hayan tenido más oportunidades para desarrollar armas bioquímicas que nosotros podamos luego usar como fármacos”, agregó.

Uno de estos fármacos de origen marino es la tiocoralina, un antitumoral producido por una bacteria de un género muy poco frecuente, aislada originalmente a partir de una muestra de un coral blando recogido durante una expedición marina de la empresa PharmaMar en Mozambique. Esta empresa del grupo Zeltia, con central en Madrid y sede en Boston (EE.UU.), está altamente especializada en la búsqueda de compuestos marinos activos como antitumorales y su desarrollo para uso clínico en oncología. En el transcurso de un proyecto científico entre PharmaMar y el Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA), se han identificado los genes responsables de la biosíntesis de esta molécula bioactiva en el cromosoma de la bacteria marina, y, con el fin de facilitar su producción comercial, se han transferido estos genes a bacterias de uso común en fermentaciones industriales.