Un paleontólogo argentino viaja a la Antártida para determinar si fue un lugar de paso de mamíferos
UNPSJB/DICYT El paleontólogo Marcelo Tejedor, alcanzó renombre científico en el 2006 cuando dio a conocer el hallazgo del primate fósil más austral del mundo. Ahora respalda la hipótesis de que la Antártida fue un lugar de paso para los mamíferos prehistóricos que se movilizaban desde América del Sur hacia Australia. El paleontólogo de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), Marcelo Tejedor, viajó a la Antártida junto a integrantes del Museo Americano de Nueva York, liderados por Ross MacPhee, y el paleontólogo del Museo de La Plata, Marcelo Reguero, con la finalidad de realizar estudios sobre fósiles del Cretácico y del Terciario temprano, los cuales rondarían los 65 millones de años.
Uno de los hechos más interesantes es la evidencia “del pasaje de mamíferos de America del Sur a la Antártida y de la Antártida a Australia”, afirmó Tejedor. Se trataría de una conexión paleobiogeográfica entre la península Antártica y América del Sur, con lo cual el denominado continente blanco, “aún poco explorado”, según el profesional, “sería un lugar clave para el conocimiento científico”.
Marcelo Tejedor es paleontólogo, docente investigador de la cátedra Genética y Evolución de Facultad de Ciencias Naturales, Sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, e investigador del Conicet.
En el año 2006, el intenso trabajo de investigación que venía desarrollando Tejedor, alcanzó notoriedad internacional luego de dar a conocer el hallazgo del primate fósil más austral del mundo. “Esta fue una noticia muy importante a nivel científico y de los estudiosos de los primates”, recuerda el investigador.
Lo bautizó con el nombre de Killikaike en homenaje a la estancia donde fue localizado el fósil, hacia el norte de Río Gallegos.
A pesar de los 16,5 millones de años de antigüedad, Killikaike conserva aún el rostro sin deformaciones, los dientes se mantienen en buen estado, lo mismo que el endocráneo a través del cual se dedujo que el desarrollo cerebral era muy importante, incluso proporcionalmente mayor en comparación con los primates de su época o los posteriores homínidos primitivos.
“Hablo del tamaño del cerebro en proporción al tamaño del cuerpo, aclaró Tejedor, es importante porque lo mas parecido a esto en homínidos, son los seres humanos y los actuales monos caí y ardilla, estos últimos relacionados con Killikaike”.
A partir de la repercusión que tuvo el hallazgo del Killikaike, en el año 2007, finalmente realizó trabajos de investigación en Estados Unidos utilizando técnicas de morfología digital.
“La metodología consiste en digitalizar los restos fósiles a través de un láser que reconstruye en 3D la morfología detallada del animal”. De esta manera, la tecnología permite reconstruir las partes que están ausentes en muchos de los restos prehistóricos.
Otros Hallazgos
Los trabajos de búsqueda y recolección de restos fósiles que lleva a cabo Marcelo Tejedor y su equipo en la región patagónica siguen asombrando a sus colegas. El recorrido por un yacimiento del centro de la Provincia de Chubut les permitió colectar cerca de 60 especies de mamíferos del Eoceno inferior, unos 48 millones de años de antigüedad.
Entre esos hallazgos importantes se cuentan dos molares de murciélagos, también de 48 millones de años, que a pesar de ser escasos constituyen, hasta el momento, el registro más antiguo de Sudamérica, y está entre los más antiguos del mundo, que se encuentran en Australia, Estados Unidos y Francia, con poco más de 50 millones de años.
En colaboración con profesionales del Museo de La Plata y de Estados Unidos, Marcelo Tejedor describió el molar de un mamífero que es el más antiguo del Terciario (63 millones de años). La investigación apunta a este recambio de mamíferos del Cretácico al Terciario en busca del origen de la fauna nativa que aparece súbitamente poco después de la desaparición de los dinosaurios”.
La carrera científica de Marcelo Tejedor estuvo centrada en sus inicios en los mamíferos fósiles, especialmente los primates que habitaron la Patagonia. En la actualidad, se dedica también a la búsqueda de los mamíferos de finales del período Cretácico y está incursionando en el origen de los mamíferos del Terciario sudamericano.
Sobre esto último dijo: “es un tema apasionante y complejo sobre el que se sabe muy poco y en el que estamos investigando”, aseguró.