Recolectan líquenes, sedimentos y una gramínea en la Antártida
UNC/DICYT Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) recolectaron en la Antártida líquenes, sedimentos y una especie de gramínea de la familia del trigo y la cebada, que podría ser mejorada genéticamente. Esta planta crece a ras del suelo, tiene poco vástago y bastante raíz en la superficie, debido a la búsqueda de nutrientes en condiciones extremas.
Las muestras forman parte de la recolección de materiales que adelantaron las investigadoras de la U.N., Luz Marina Melgarejo y Angélica Leal, quienes estuvieron 45 días en la misión científica colombiana a la Antártida y retornaron en marzo al país.
Si bien las plantas traídas no soportaron las condiciones ambientales y de control posteriores, esto no significa que no haya oportunidades para plantas transgénicas o mejorar otros cultivos a partir de esta especie. “Es necesario realizar una segunda fase de exploración de ecofisiología y hacer mediciones directamente allá. Conocer cómo crece la planta en su ambiente, así como su intercambio gaseoso en fotosíntesis para entender dinámicas y hacer experimentos acá”, subrayaron.
Además de la gramínea, las investigadoras también recolectaron 14 especies de líquenes para establecer nuevos rangos taxonómicos, y sedimentos tomados de seis puntos de Media Luna, ubicada a 1.000 kilómetros al sur de Ushuaia, uno de los lugares más turísticos en el extremo sur del continente.
De la isla Media Luna, que forma parte de las que componen la región del polo sur, no se tenían reportes de distribución para líquenes en la literatura científica, advierten las investigadoras.
Las especies recolectadas ofrecen múltiples variantes morfológicas (estructurales), las cuales suponen distinta constitución de metabolitos, que pueden llegar a ser útiles en la industria, dado que los ácidos liquénicos que generan ayudan a los cambios de las rocas, factor que se puede tener en cuenta en construcción.
La evaluación de nuevas clasificaciones taxonómicas de los líquenes recolectados es liderada por el decano de la Facultad de Ciencias Naturales, profesor Jaime Aguirre. Dentro del estudio, la familia más abundante en Media Luna es la del género Usnea.
En cuanto a los sedimentos, dependiendo de su función, Angélica Leal busca establecer si dentro de estos hay microorganismos fijadores de nitrógeno o solubilizadores de fosfato, que eventualmente sean punto de partida para identificar microorganismos cultivables y determinar enzimas. “Si lográramos cultivar al menos uno o dos grupos de microorganismos, tras el aislamiento de sus enzimas con procesos bioquímicos, los podríamos probar como biofertilizantes en plantas”, explicó la profesora titular del Departamento de Biología de la U.N., Luz Marina Melgarejo.
Antes de que finalice este 2016 saldrían los primeros resultados, pues se trata de procesos paulatinos por los ambientes extremos en las que estaba dicho material para que se pueda incubar. Las condiciones varían entre los dos y los -10 grados (con mayor ventisca), y en algunas ocasiones menor temperatura cuando ocurren tormentas de nieve. La segunda fase de exploración está programada para comienzos del próximo año.