Environment Colombia , Bogotá D.C., Friday, May 03 of 2019, 07:09

Monos araña, los más dependientes de su especie

La relación entre las madres y los bebés en 'Ateles geoffroyi', conocido como mono araña, se caracteriza por un largo periodo de dependencia, que puede superar el año de edad

UN/DICYT Esta situación representa un atraso en el desarrollo del comportamiento en comparación con otras especies de primates de tamaño similar y mayor, como los macacos, babuinos y monos aulladores.

 

Así lo explica la investigadora Ana Lucía Arbaiza, magíster en Psicología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien estudió 12 diadas (madre-cría) de la reserva Otoch Ma’ax Yetel Kooh, en la península de Yucatán, México.

 

Los individuos de esta especie –que vive en América Central y del Sur– son primordialmente arbóreos y cumplen la mayor parte de sus actividades en las densas cubiertas de los bosques y selvas lluviosas donde habitan.

 

La investigadora cuenta que en Ateles geoffroyi la gestación dura de 226 a 232 días, tras los cuales nace una cría, que durante los primeros cuatro meses de vida está al lado de la madre y luego vuelve con cierta frecuencia a su lado, adquiriendo independencia poco a poco.

 

Se sabe que entre cada parto pasan tres o cuatro años, suficientes para que el pequeño se desarrolle bajo el cuidado de su madre.

 

“El estudio muestra que las madres monos araña tienen un estilo materno muy tolerante durante la transición hacia la independencia infantil en comparación con los patrones observados en otras especies de primates de tamaño corporal similar, en las que las crías suelen experimentar el rechazo de sus madres”, explica la magíster.

 

Dinámica fisión-fusión

 

Sin embargo las mamás cumplen un rol importante en la seguridad de sus crías. La investigadora explica que los altos grados de dinámica de fisión-fusión del género parecen permitir que las madres reduzcan el riesgo social seleccionando con quién se relacionan de manera temporal.

 

Fisión-fusión es el sistema social del mono araña, en el que los individuos del grupo se desplazan por el territorio en subgrupos más pequeños, los cuales pueden variar en el número de integrantes durante el día. Este sistema se considerado como una estrategia “para evitar la competencia por los recursos cuando son escasos”.

 

En los primeros meses estos infantes pueden colgar de su madre, y luego viajarán en su espalda. Este paso se dará de manera paulatina pasando de adelante para atrás, pero continuarán amamantándose hasta los 15 meses de edad, después de los cuales pueden viajar solos, aunque cuando se cansan o tienen un encuentro agresivo recurren a su madre para que ella los lleve en la espalda y les ayude a cruzar de un árbol a otro. Solo hasta los 36 meses la madre dejará de amamantarlos.

 

Las hembras subadultas, entre los 50 y 65 meses, permanecen casi de forma permanente con su madre, incluso después de que esta haya dado a luz a un nuevo infante. Esta situación que no se da con los machos, ya que estos no forman asociaciones prolongadas con su madre.

 

Para la investigación, la magíster utilizó la técnica de muestreo focal con una duración por sesión de 15 minutos, además de muestreo instantáneo de 20 minutos. El etograma, un instrumento que permite estudiar las costumbres y el comportamiento de los animales, consistió en 37 medidas asociadas con la relación madre-cría y el comportamiento independiente del infante.

 

“Recolecté los datos desde agosto de 2016 hasta abril de 2017, tiempo en el cual reuní 655 focales, que sumaron 149,64 horas de observación, y 1.069 muestreos instantáneos en cerca de 770 horas de trabajo de campo”, explica.

 

Los datos se analizaron a partir de modelos lineales mixtos, en los que se incluyó la edad como “variable predictora”, y el tiempo de permanencia de la madre en el grupo y el sexo de la cría como “variables control”.

 

Para la investigadora, el estudio es un primer acercamiento al comportamiento de estas especies. Además señala que resulta importante entender estas dinámicas, ya que el mono araña se encuentra en peligro de extinción, debido a factores como la deforestación y su captura para estudios científicos, entre otras actividades.