Ciencia España Salamanca, Salamanca, Viernes, 14 de diciembre de 2007 a las 18:09

Los estudios sobre arcilla en Marte ofrecen pistas acerca de la presencia de agua y de vida

Javier Cuadros, geólogo del Museo de Ciencias Naturales de Londres, explica en Salamanca estas investigaciones

JPA/DICYT Los estudios sobre la probable presencia de arcilla en Marte constituyen una pista importante de la existencia de agua y de vida en épocas anteriores. Así lo ha explicado hoy en Salamanca un experto en este asunto, el geólogo jienense Javier Cuadros, que trabaja en el Museo de Ciencias Naturales de Londres y ha sido invitado para dar una conferencia en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca.

 

"Si se descubre una gran cantidad de arcilla, esto quiere decir que hubo agua abundante en lugares para buscar residuos fósiles de vida anterior", ha señalado el especialista en declaraciones a DICYT. "Para la producción de arcilla es necesario que determinados tipos de rocas y minerales estén en contacto con agua líquida, por encima de los 0 grados. "Esto nos indica unas condiciones ambientales específicas del tipo de arcilla, por temperatura o por composición química. Si hay arcilla, y podemos ver de qué tipo y de qué calidad, podemos deducir las condiciones geoquímicas que ha habido en un lugar", señala.


En la actualidad, ya sabe que hay agua congelada bajo la superficie, ya que la temperatura media del planeta está por debajo de 0 grados. "El agua que pueda existir debe estar congelada, pero hay casos específicos de materiales que parecen haber sido transportados por agua, lo que se explicaría, por ejemplo, por el impacto de un meteorito suficientemente grande para fundir hielo", comenta.

 

Satélites y vehículos mecánicos


La mayor parte de la información que manejan los científicos es enviada por los satélites, que recogen datos de distintos tipos de radiación a través de fotografías. Con estos datos se puede recomponer el tipo de rocas y qué tipo de procesos geológicos han actuado sobre ellas. Los vehículos mecánicos que han sido enviados recogen datos más precisos, con análisis químicos y otros estudios. Sin embargo, "lo importante es que no han conseguido medir la mineralogía, ya que para eso se utiliza una tecnología denominada difracción de rayos X, complicada de llevar en estos artefactos", apunta Cuadros. "Tenemos datos químicos, pero sólo en casos muy concretos podemos saber cuál es el mineral concreto".

 

Javier Cuadros nació en Jaen , trabajó con el CSIC en Granada y en la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, que cuenta con un potente departamento de Geología. Allí realizó su tesis en Geoquímica de arcillas y en el año 2000 logró una plaza de investigador en el Museo de Ciencias Naturales de Londres para realizar estudios de Geoquímica, con línas de investigación como las transformaciones mineralógicas en arcillas, hidrotermalismo o diagénesis. Sus investigaciones están relacionadas con procesos de interés para la agricultura y para el tratamiento de muchos residuos, incluidos los radiactivos.