Alimentación España , Gerona, Jueves, 21 de junio de 2012 a las 19:23

Los científicos estudian algas invasoras en el Mediterráneo

Un investigación del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CSIC) analiza los efectos de las algas invasoras en uno de los conjuntos de mayor diversidad en el Mediterráneo, el coralígeno

SICE/DICYT Investigadores del Centro de Estudios Avanzados Blanes (CEAB, perteneciente al CSIC) han analizado las algas invasoras en crecimiento del Mediterráneo. Los experimentos se han realizado en dos áreas protegidas francesas, el Parque Nacional de Port-Cros y el Parque Regional de Scandola, separadas por cientos de kilómetros y que se encuentran invadidas por las especies Caulerpa racemosa Womersleyella setacea, respectivamente. A través de dos experimentos, los investigadores estudiaron los efectos del crecimiento excesivo de las especies invasoras en las colonias juveniles de gorgonia (Paramuricea clavata), una importante especie dentro del conjunto coralígeno.

 

Los conjuntos dominados por gorgonias contribuyen en gran medida al valor estético del paisaje marino del Mediterráneo sublitoral y atraen a un gran número de buzos; por esto, los cambios en la abundancia de la gorgonia pueden tener impactos socio-económicos.

 

Emma Cebrián, miembro del equipo de estudio, manifiesta en declaraciones a DiCYT que “las condiciones ambientales y las características biológicas determinan las invasiones de especies en los ecosistemas”. La investigadora destaca que “las especies invasoras básicamente son las algas, introducidas por la acuicultura y los barcos”. En este estudio, tuvieron un efecto fuerte y negativo.

 

Las especies invasoras


La especie W. setacea es originaria de los trópicos y fue observada por primera vez en las aguas costeras del Mediterráneo del sur de Francia al final de la década de 1980, pero aumentó rápidamente su distribución en todo el Mediterráneo. Por su parte, la especie C. racemosa es originaria desde el Sureste de Australia y fue observada por primera vez frente a las costas de Libia. Desde entonces, se ha extendido progresivamente por la mayor parte del ecosistema.

 

Emma Cebrián comenta que “lo que sucede es que si se introducen especies acostumbradas a climas calientes en ecosistemas que han cambiado de temperatura producto del cambio climático, se conseguirá que la especie vaya en crecimiento en ese ecosistema". De hecho, "la mayoría de especies invasoras del Mediterráneo llegaron del Océano Pacifico y del Mar Rojo, a través de corrientes que se destacan por ser más calientes”.

 

Los resultados

 

Los resultados demostraron que la especie nativa P. clavata sufrió de disminución de la supervivencia, mayores tasas de necrosis y reducción de la biomasa debido a la expansión excesiva de las algas invasoras en su hábitat. Por este motivo, una de las conclusiones principales del presente estudio es que la persistencia de las poblaciones de P. clavata, afectadas por la invasión de otras algas, podría verse en peligro, especialmente en el caso de las poblaciones ya afectadas por mortandades masivas asociadas con el calentamiento del clima.

 

Las algas tienen efectos dramáticos en los conjuntos nativos: forman céspedes gruesos y persistentes que por completo cubren los sustratos. Determinar los efectos de las invasiones de las algas en el coralígeno, especialmente gorgonia, es esencial para la conservación y gestión de estos conjuntos emblemáticos del Mediterráneo.

 

Por otra parte, P. clavata ha sufrido una gran escalada de mortalidad en las últimas dos décadas y, dentro del calentamiento del clima actual, los aumentos en otros trastornos como la sedimentación, contaminación y cosecha. Por esto, las invasiones podrían plantear problemas adicionales para la recuperación y persistencia de las comunidades gorgonias. Para Emma Cebrián, "un sistema con poca diversidad o degradado es más suceptible de ser invadido por especies, esto sucede cuando la especie invasora es oportunista y el ecosistema es vulnerable”.