Ciencia Panamá , Panamá, Jueves, 17 de diciembre de 2009 a las 13:13

Las aves tropicales esperaron a que el continente americano se cerrara para emigrar

La incapacidad para cruzar masas de agua puede ser la causa de las escasas migraciones de pájaros que ocurrieron antes de que surgiera Panamá

Eva Aguilar/DICYT A pesar de su habilidad innata para volar, la migración de especies de pájaros que habitan en los bosques tropicales aumentó de forma exponencial únicamente después de que el istmo de Panamá se convirtiera en el puente que unió el norte y el sur de América hace entre tres y cuatro millones de años, según se desprende de un estudio publicado el pasado 8 de diciembre en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). A falta de registro fósil de aves, los autores de la investigación utilizaron técnicas moleculares para demostrar que los mamíferos no fueron los únicos animales que tuvieron que esperar a que el continente se cerrara para que se diera inicio a lo que la biogeografía llama "el gran intercambio americano". 

 

Hasta el momento los científicos han contado con suficiente material fósil para saber que inmediatamente después de la aparición de lo que hoy es Panamá, el intercambio de especies de mamíferos que migraron de norte a sur del continente y viceversa, rápidamente provocó la fusión de dos grupos de fauna que habían evolucionado de forma completamente aislada durante millones de años. Sin embargo, es poco conocido el efecto que este intercambio tuvo en otros grupos de animales, entre ellos las aves, en parte debido a la idea de que un puente de tierra no habría sido necesario para que estas emprendieran su propio viaje de intercambio.

 

"Mientras que muchos de los pájaros de América del Norte volaron por encima de las barreras que alguna vez separaron los continentes, los pájaros tropicales, especialmente los que provienen de los bosques del Amazonas, empezaron a colonizar el norte con mayor intensidad después de que se completó el puente de tierra", dice Jason Weir, de la Universidad de British Columbia (Canadá) y autor principal del estudio, citado en un comunicado de prensa de la entidad académica.

 

Weir, quien hoy trabaja en la Universidad de Chicago, Eldredge Bermingham, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá, y Dolph Schulter, de la Universidad de British Columbia, utilizaron material molecular de especies únicas del norte y el sur de América para mostrar que, efectivamente, los niveles de intercambio entre uno y otro lado del continente aumentaron considerablemente en aquellas especies adaptadas a vivir en los bosques tropicales ‒aves que raramente colonizan islas oceánicas y cuya habilidad para cruzar extensas masas de agua es muy pobre‒, algo que no ocurrió en especies de aves que pueden vivir en diferentes hábitat.

 

Desde el sur hacia el norte

 

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron material genético de 457 especies de aves pertenecientes a cuatro familias del orden de las paseriformes, elegidas por su alta diversidad en los bosques tropicales de Norte y Sur América. De ellas, los pájaros hormigueros (Thamnophilidae) y los trepatroncos (Dendrocolaptidae) son "especialistas" en bosques tropicales, mientras que las tángaras (Thraupidae) y los mirlos (Icteridae) son más "generalistas", es decir, que pueden adaptarse a vivir en diferentes ambientes. Las muestras genéticas de las aves fueron recogidas en los extremos oeste (frontera con Costa Rica) y este (frontera con Colombia) del istmo de Panamá, representando respectivamente el norte y el sur del continente. Además, se utilizaron muestras representativas de aves de toda Mesoamérica y América del Sur obtenidas en museos.

 

El análisis determinó que el mayor rango de dispersión de los hormigueros y los trepatroncos, los "especialistas", ocurrió en el mismo momento o inmediatamente después de la aparición del puente de tierra y se ha mantenido hasta el presente. Por otra parte, en la familia de las tángaras (originarias de América del Sur), se registraron cierta cantidad de migraciones hacia el Norte antes de que el continente terminara de unirse. De hecho, una de estas migraciones previas al puente que formó el istmo de Panamá, produjo el único género endémico de esta familia en América del Norte: Acanthidops.

 

Como dato adicional, los investigadores descubrieron que a diferencia de los mamíferos, que en su mayoría emigraron de norte a sur, el tráfico de aves se produjo con mayor frecuencia desde el sur hacia el norte del continente.

 

"Este estudio es la evidencia más extensa que tenemos hasta ahora de que el puente de tierra tuvo un papel fundamental en el intercambio de especies de aves entre el Norte y el Sur de América, y en la abundante biodiversidad de las regiones tropicales", concluyó Weir.