Tecnología Colombia Bogot谩, Cundinamarca, Jueves, 28 de mayo de 2009 a las 15:59

La Universidad Nacional desarrolla biofertilizantes a escala industrial

Gracias a un convenio con la empresa Biocultivos y el apoyo de Colciencias

UN/DICYT La tecnología desarrollada en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (IBUN), para la creación de biofertilizantes amigables con el ambiente, dará su salto más grande el próximo mes. En Ibagué (Tolima) comenzará a funcionar una moderna planta en la que se producirán a escala industrial cuatro productos desarrollados en esta Alma Mater. Esto se logra en convenio con la empresa privada Biocultivos y el apoyo de Colciencias. 
 

La ingeniera química Nubia Moreno, investigadora del IBUN, diseñó la nueva planta y asegura que ésta será una de las más sofisticadas del país, debido a que cumple con todos los estándares de calidad exigidos. Por ejemplo, la fábrica tendrá un sistema de control del aire, que no solo regulará la temperatura y la humedad, sino que eliminará, según el proceso industrial, una buena cantidad de las partículas suspendidas en el aire.

 

Fosfosol, fertilizante que utiliza un hongo solubilizador de fosfatos, será la estrella de esta planta, debido a que es el único producto de este tipo que hay en el mercado, con una gran efectividad en los suelos, que mejora la productividad y disminuye bastante el uso de agentes químicos. Los otros tres productos que se fabricarán son Dismazos y Dimargón, que utilizan bacterias para fijar el nitrógeno en los suelos, y Trifesol, hongo que actúa como controlador biológico.

 

“Llevamos ocho años desarrollando estos productos con Biocultivos S.A. Son insumos agrícolas para diversos cultivos, en especial los de arroz, algodón y para pastos. Ya fueron evaluados en unas 60 mil hectáreas de cultivos, principalmente en el Llano y en Tolima. Los productos tienen todos los registros del ICA y de venta. La planta en Ibagué es la conclusión de un largo proceso de investigación y desarrollo”, afirma la investigadora del IBUN.

 

El Instituto de Biotecnología desde hace algunos años comercializa los cuatro productos, pero a pequeña escala. Según Moreno, la buena aceptación en el mercado, por la efectividad de los biofertilizantes, abrió el camino para que ahora se produzcan a gran escala.

 

“La Universidad seguirá participando en el proyecto. Nuestro interés no es solo el desarrollo de los productos, queremos dejar todos los procedimientos establecidos en la planta, dejarla en funcionamiento, dejar el personal entrenado. Por supuesto, la Universidad seguirá recibiendo las regalías que ya están acordadas. En inicio, nuestro objetivo no era producir para vender sino hacer el desarrollo tecnológico, pero gracias al desarrollo logrado, hay algunos ingresos”, dice Nubia Moreno.

 

Esta ingeniera química tiene claro que la biotecnología tiene una gran proyección en el país dado que paulatinamente la sociedad se da cuenta de sus ventajas, no solo económicas sino también ambientales, como es el caso de los biofertilizantes. Es por eso que ya hay nuevas ideas, para un futuro cercano, de otros productos biotecnológicos que sean apoyados por el sector privado.

 

“Tenemos un proyecto en la mira que es la fabricación de plásticos biodegradables. También queremos desarrollar otros insumos agrícolas. Incluso en Brasil y Argentina hay industrias interesadas en evaluar nuestros productos para futuros posibles acuerdos”, concluye Moreno.

 

Entusiasmo en Ibagué

 

La construcción de la nueva planta de biofertilizantes tiene buena acogida en la capital de Tolima. Esta ciudad es una de las más golpeadas por el desempleo en el país y por eso la noticia de la apertura de una nueva industria despierta el interés general.

 

Se espera que la planta genere entre 50 y 80 empleos, la mayoría directos, y otros indirectos. De otro lado, se estima que los cultivadores de arroz ahorrarán hasta 400 mil pesos por hectárea, al dejar de utilizar en buena medida los fertilizantes tradicionales, más costosos y agresivos con el ambiente.

La fábrica, cuya estructura y equipos costaron cerca de un millón de dólares, producirá al mes 25 mil dosis de biofertilizantes, sumados los cuatro productos desarrollados por la Universidad Nacional.