La Universidad de Salamanca estudia procesos de degeneración retiniana
JPA/DICYT La Universidad de Salamanca es pionera en el estudio de la familia de proteínas CRB y su implicación en los procesos de degeneración retiniana en humanos gracias a la investigación desarrollada por la científica del Departamento de Biología Celular y Patología María Concepción Lillo, que trabaja en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl). El proyecto aportará datos básicos para la comprensión de la biología celular y molecular de las proteínas de adhesión celular de esta familia y cómo participan en los procesos iniciales de la diferenciación celular en la retina, lo que constituye un conocimiento imprescindible para el diseño de estrategias terapéuticas orientadas a pacientes con retinitis pigmentosa tipo 12 y amaurosis congénita de Leber.
Según ha informado hoy el Área de Comunicación de la Universidad de Salamanca, el objetivo principal de la iniciativa es el de investigar el funcionamiento concreto de las proteínas CRB2 de forma individual y en conjunto, identificar con qué otras están asociadas en el tejido retiniano y determinar si las mutaciones en los genes para CRB2 y/o CRB3 están implicadas en distrofias retinianas. Hasta la fecha la mayoría de los estudios llevados a cabo se han centrado en el gen CRB1, cuyas mutaciones causan en torno al 10% de la ceguera congénita y además han sido asociadas a varias distrofias retinianas. Aunque se conoce que CRB2 y CRB3 se expresan en la retina, todavía no hay datos exactos a cerca de su función en ese órgano, por lo que la Universidad se sitúa a la cabeza en la investigación básica en esta área de estudio.
En este sentido, la iniciativa desarrollada por la profesora Lillo y su equipo de investigación explora la posibilidad de que CRB2 sea imprescindible para preservar la función y homeostasis del epitelio pigmentario y que sus mutaciones podrían causar la desregulación del mismo, acelerando los procesos desencadenantes de la Degeneración Macular Asociada a la Edad, entre otras distrofias. Por otra parte y en cuanto a CRB3, los estudios realizados por el grupo se orientan a demostrar que ésta se encuentra presente en la membrana plasmática que rodea el cilio de los bastones y en sus terminales sinápticos.
Paralelamente, con el estudio se abrirá, además, una nueva vía para entender la relación más o menos directa que CRB2 tiene con la enfermedad de Alzheimer y la Degeneración Macular Asociada a la Edad, enfermedades ambas asociadas. Para ello se investigará la actividad de CRB2 y su implicación en el bloqueo de la proteína Gamma Secretasa en el epitelio pigmentario.
Transfección Celular de la proteína CRB1 sana
Uno de los objetivos principales en el tratamiento de enfermedades retinianas es restaurar la función de las proteínas cuya mutación causa la patología. En esta área la científica de la Usal propone una novedosa técnica a partir del uso del agente de transfección Chariot que demuestra ser menos citotóxica y lesiva que las habitualmente utilizadas, basadas en terapia génica o la liberación de factores de crecimiento en el ojo del afectado.
Los estudios ejecutados con Chariot, de la compañía Active Motif, demuestran que es un péptido de gran eficacia que proporciona un sistema de transfección rápido y eficiente (60%-95% de células transfectadas en menos de dos horas), funciona en una gran cantidad de líneas celulares de cultivo, facilita estudios de funciones proteicas en células en cultivo o en tejido en vivo. Ya ha sido publicado que con este método se pueden transferir de forma rápida y efectiva anticuerpos a células de Müller (células gliales de la retina), tanto en cultivo como en la retina en vivo, tras inyección intraocular.
Tras los exitosos resultados los científicos de la Usal utilizarán la innovadora técnica para intentar restaurar la función de la proteína CRB1 en las células defectuosas de los ratones mutados que expresen degeneración retiniana y analizar, así, si se suprime o ralentiza la patología. Los resultados de este proyecto serán pioneros en la evaluación del potencial de una herramienta terapéutica dirigida específicamente a tratar la retinosis pigmentaria y la amaurosis congénita de Leber.
Retinosis pigmentaria y amaurosis congénita de Leber
La retinosis pigmentaria es una patología congénita que afecta a unas 200.000 personas en todo el mundo en la que los elementos de la visión encargados de captar la luz y transmitir esta señal al cerebro (conos y bastones) dejan de funcionar progresivamente, afectando primero a la visión periférica y nocturna hasta causar la ceguera parcial o completa. Hasta la fecha se han identificado 150 genes implicados en las distrofias de retina, 42 de los cuales inciden directamente en la retinosis pigmentaria. Se sabe que en España, el 6,25% de población que presenta esta distrofia tiene mutado el gen CRB1, lo que sugiere una proporción importante.
Por el contrario, se entiende bajo el nombre de amaurosis congénita de Leber al grupo de distrofias retinianas de causa genética que produce un grave déficit visual en los niños desde los primeros meses de vida. Hasta el momento se ha averiguado que en ella están implicados 13 genes y que CRB1 se sitúa a la cabeza en España como causante de esta distrofia, de hecho el 20% de niños que la padecen tienen mutado este gen. Asimismo, por comunidades autónomas, se ha constatado que el porcentaje mayoritario de población en presentar esta patología se ubica en Castilla y León.
En definitiva, la investigación básica desarrollada por Concepción Lillo en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León, de la Universidad de Salamanca, y su equipo, del que forman parte los miembros del Departamento de Biología Celular y Patología Saúl Herranz y Antonio Escudero, resultará importante para obtener avances científicos que fructifiquen en patentes de posible aplicación en terapia clínica, a medio o a largo plazo, en retinopatías.