La primera planta con flor
MNCN/DICYT Las angiospermas o plantas con flores suponen el 90% de las plantas terrestres y constan de más de 250.000 especies repartidas por todos los continentes, incluida la Antártida donde se han encontrado dos especies nativas. Su diversidad es extraordinaria; incluyen desde plantas acuáticas como Posidonia oceanica hasta árboles como el Eucalyptus regnans, que supera los 110 m de altura y ha sido descrito como la más alta de las plantas con flor.
Darwin fue pionero en el estudio de la historia natural de las angiospermas y calificó de "misterio abominable" el origen, la rápida diversificación y la dominancia ecológica que alcanzaron en la Tierra durante el Cretácico las plantas con flor. Esta expresión reflejaba su frustración al tener que aceptar que su origen podría haber sido repentino y contrario a la acumulación de cambios graduales que planteaba y defendía en su obra. Pero sobre todo mostraba su preocupación por que este hecho fuera utilizado para apoyar el creacionismo. Tales eran las limitaciones a las que se enfrentaron Darwin y otros evolucionistas al contar con un registro fósil muy incompleto.
Montsechia vidalii fue descrita en 1902 por un pionero de la Paleobotánica, el francés Charles René Zeiller, con ejemplares de la Sierra del Montsec. Zeiller la incluyó dentro del género Pseudoasterophyllites; el nombre específico se lo dedicó al geólogo catalán Lluís Marià Vidal, descubridor del yacimiento donde se encontró. Sin embargo, fue el paleobotánico portugués Carlos Teixeira, quien en 1954 incluyó la especie en el género Montsechia, que describió él mismo dedicándoselo a la citada sierra. En una nota publicada en 1898 por Vidal, con motivo del recorrido geológico realizado ese año por varios miembros de la Société Géologique de France, describía el yacimiento como un depósito paleontológico de gran importancia.
Se trata de una planta acuática de porte herbáceo que vivía y se reproducía bajo la superficie del agua. El registro fósil de Montsechia vidallii asciende a 130 millones de años, lo que la convierte en la primera planta con flor conocida. Era localmente abundante en las charcas y lagos de agua dulce de la sierra del Montsec (Lleida), Pirineo Aragonés, y en Las Hoyas (Cuenca), serranía de Cuenca. Su morfología y anatomía, incluyendo varias de sus características reproductoras, sugieren que se trata de un género emparentado con la planta acuática Ceratophyllum, muy utilizada en acuarios y estanques por su valor estético.
Las angiospermas acuáticas del Cretácico Inferior como Archaefructus sinensis, descrita en la Formación Yixian al noreste de China, y Montsechia vidalii, sugieren que las plantas acuáticas eran localmente abundantes en una etapa muy temprana de la evolución de las angiospermas y que los hábitats acuáticos debieron jugar un papel importante en la diversificación de algunos linajes primitivos.
Los fósiles de Montsechia vidalii que se conservan en la colección de Paleobotánica del MNCN han preservado detalles extraordinarios del patrón de ramificación, morfología de las hojas y fructificaciones. Fueron recolectados por el paleontólogo Emiliano Aguirre en el yacimiento de Santa María de Meiá en la década de los sesenta del siglo pasado.
Referencia bibliográfica | |
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Teixeira, C. 1954. La flore fossile des calcaires lithographiques de Santa Maria de Meyá (Lérida, Espagne). Boletim da Sociedade Geológica de Portugal, 12: 139-152.
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