La exposición intrauterina a un cannabinoide tiene efectos cardiorrespiratorios y en el sueño adulto
AGENCIA FAPESP/DICYT – La exposición a un cannabinoide sintético –capaz de activar los mismos receptores cerebrales que la marihuana– de ratas preñadas demostró que los efectos del mismo en las crías se extienden durante la vida adulta: problemas cardiovasculares en las hembras y una mayor susceptibilidad a los ataques de pánico entre los machos. El resultado de un reciente estudio, publicado en el American Journal of Physiology – Lung Cellular and Molecular Physiology, constituye una advertencia al respecto del consumo de este tipo de sustancias entre mujeres embarazadas.
El trabajo se llevó a cabo con el apoyo de la FAPESP y estuvo a cargo de investigadores de las universidades Estadual Paulista (Unesp) y de São Paulo (USP), en Brasil. En el marco de un estudio anterior, el grupo de científicos había demostrado los efectos de la exposición intrauterina al cannabinoide en crías de roedores y en ejemplares juveniles.
“Observamos que existen alteraciones a largo plazo en la conducta, pero fundamentalmente en la función cardiorrespiratoria de los animales que quedaron expuestos a la acción del cannabinoide en el útero de la madre. No obstante, las alteraciones varían entre machos y hembras”, comenta Luis Gustavo Patrone, autor principal del estudio, realizado como parte de su doctorado con beca de la FAPESP en la Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias (FCAV) de la Unesp, en la ciudad de Jaboticabal, interior del estado de São Paulo, en donde actualmente realiza su posdoctorado.
A diferencia de lo que sucedió con los animales recién nacidos en el estudio anterior, en el actual experimento no se detectaron alteraciones en la respiración basal de los ejemplares adultos (con 80 días de vida). Este resultado puede constituir un indicio de la existencia de algún mecanismo de compensación en el transcurso del desarrollo posnatal, aunque todavía no es posible señalarlo.
Un resultado que se mantuvo con relación al trabajo anterior fue que la exposición intrauterina al cannabinoide provocó una mayor sensibilidad respiratoria al dióxido de carbono (CO₂) en los machos adultos, un desenlace opuesto al que se registró en las hembras.
“En los humanos, esta sensibilidad aumentada al CO₂ puede ser determinante para el surgimiento de episodios de pánico, que es cuando aparece la sensación de que no se logra respirar, es decir, una falsa alarma de sofocamiento. A su vez, los animales expresan esta conducta mediante intentos de huir de la cámara experimental”, explica Luciane Gargaglioni, docente de la FCAV-Unesp y coordinadora del estudio.
La función cardiovascular y el sueño
Los investigadores analizaron también los factores cardiovasculares y la calidad del sueño en los animales. El estudio reveló que la exposición al cannabinoide durante el desarrollo fetal dejó a la prole propensa a padecer disfunciones cardiovasculares en la edad adulta, con la detección de hipertensión y taquicardia con una mayor frecuencia en las hembras.
En cuanto a la calidad del sueño, los machos exhibieron un patrón más entrecortado: se despertaron en más ocasiones en el transcurso del tiempo que se los monitoreó. “Si se suma el tiempo total, duermen menos”, dice Patrone. A su vez, las hembras expuestas también experimentaron una mengua de la calidad del sueño, pero más morigerada.
“En la mayoría de los estudios científicos se evalúan los parámetros únicamente en los machos, con la presunción de que los resultados valen para ambos sexos. En nuestro laboratorio, siempre efectuamos esta distinción y las respuestas a menudo son muy distintas e incluso opuestas, tal como sucedió en este estudio”, afirma Gargaglioni.
Una hipótesis que puede explicar las diferencias entre los desenlaces que se registran entre machos y hembras reside en la acción de las hormonas propias de cada sexo. En el caso de las hembras, se sabe que los estrógenos poseen una acción neuroprotectora, lo que podría blindar al encéfalo de las ratas contra la acción deletérea del cannabinoide.
Asimismo, se sabe que en los mamíferos la formación del sistema respiratorio es más lenta en los machos. Esto sucede durante el denominado pico de testosterona, que coincide con el período de masculinización y formación de los órganos sexuales. Este retraso en la maduración de los pulmones, y lo propio también en lo concerniente a las áreas encefálicas responsables del control de la función respiratoria, vuelve a los machos más vulnerables.
Los investigadores remarcan también que estos resultados no son producto de una menor atención de las madres expuestas al canabinoide con relación a sus crías. En los experimentos, éstas les dispensaron los mismos cuidados que las del grupo de control, al que no se le aplicó la sustancia.