Ciencia España , Burgos, Lunes, 18 de junio de 2012 a las 15:45

Investigan el momento en que surge la percepción y la interpretación de emociones en los niños

Gabriel Eduardo Martín ha realizado en su tesis doctoral 140 test a niños burgaleses de entre 3 y 6 años para analizar estos procesos mentales

CGP/DICYT Los niños pueden predecir emociones en terceras personas desde edades relativamente tempranas, siempre que dichas emociones no impliquen conflictos con las emociones propias. A partir de los tres años, aumenta significativamente su capacidad predictiva incluso en situaciones de cierto conflicto con deseos y creencias propias. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por el investigador de la Universidad de Burgos Gabriel Eduardo Martín, quien trata de profundizar en el momento de la vida en que surge la percepción y la interpretación de emociones.


Martín ha defendido recientemente su tesis doctoral al respecto, titulada El desarrollo de la teoría de la mente en los niños de 3 a 6 años: Teoría de la mente, predicción, emocional y justificación de emociones, que ha sido dirigida por el profesor del Departamento de Ciencias de la Educación Fernando Lara Ortega.


El trabajo se enmarca en el ámbito de estudio de los procesos de la Teoría de la Mente y su relación con la predicción y la justificación de emociones. El término Teoría de la Mente hace referencia a la capacidad de entender y predecir la conducta de otras personas en base a sus conocimientos, sus emociones y sus creencias, que son los procesos mentales que mueven dicha conducta.


El investigador trabaja desde hace más de dos décadas en el equipo de Atención Temprana de Burgos con niños de 0 a 6 años, lo que le ha llevado a interesarse por el inicio de estos procesos mentales.


“He tenido la suerte de conocer muchos casos y problemas de todo tipo, y entre los problemas que he visto es que todos los años tenemos varios casos de niños del espectro autista. Por ese lado quisimos profundizar en el tema de la Teoría de la Mente y cómo funciona un módulo de la mente, que es el que estaría dañado en los niños autistas”, explica a DiCYT. Por otra parte, agrega, entre sus referentes de trabajo está la metodología cognitivo-conductual, denominado apoyo conductual positivo cuando se aplica a la institución escolar. “Uno de los aspectos importantes de esa metodología es que propugna es la necesidad de la educación socioemocional generalizada a los alumnos en la escuela, y es por ello por lo que hemos unido el tema de la Teoría de la Mente y el las emociones, la Teoría de la Mente en el contexto de la educación emocional, la inteligencia emocional y también las habilidades sociales”, subraya.


Elaboración de test


En cuanto al desarrollo de la tesis, Gabriel Eduardo Martín asegura que se ha ido simplificando la metodología de trabajo a base de elaborar prototipos de evaluación, hasta que se ha obtenido un protocolo adecuado. El test final se ha aplicado a 140 niños burgaleses de 3 años y medio a 6 años.


“Hemos utilizado básicamente imágenes y también algunos materiales tridimensionales para evaluar a los niños ante determinadas de conflicto de deseos y conflicto de creencias. Por ejemplo, se plantea al niño una merienda en la que puede elegir una pera y una chocolatina y se le pregunta cuál es su preferencia. La mayoría de los niños dicen que la chocolatina y por ello se les plantea que viene otra niña y dice que le encantan las peras. Les consultamos qué es lo que va a pedir esa niña para merendar y entonces el niño en esas edades tan tempranas, solamente cuando ya está avanzando en el desarrollo de Teoría de la Mente es capaz de comprender que el otro niño puede tener otros deseos diferentes y por tanto que hará una elección diferente a la suya”, detalla. Asimismo, también se estudia la capacidad de predicción, es decir, “si a esta niña que le gustan las peras cómo se va a sentir si le das chocolate, y luego se trata de justificar de emoción, preguntar por qué se va a sentir de esta manera”, añade.


El trabajo es el resultado del análisis de toda la información generada a través de estos test, que presentan “cinco situaciones distintas y muy sencillas, se tarda entre 10 y 15 minutos en hacer”, señala su autor.


Resultados


El investigador ha encontrado correlaciones “altamente significativas” en el desempeño de los niños en tres tipos de tareas: las clásicas de Teoría de la Mente, tareas de predicción de emociones y tareas de justificación de emociones. Se constató además una secuencia de los rendimientos de los niños acorde con el grado de dificultad de los elementos del test.


En las explicaciones que los niños dan respecto de las emociones de otros influye, según este trabajo, tanto el desarrollo que tienen de la capacidad de entender la conducta de otras personas (Teoría de la Mente) como el factor edad y de desarrollo del lenguaje, ya que a mayor edad los niños utilizan también más verbos “mentalistas” como por ejemplo desear, creer o saber. De este modo, estos resultados aportan un enfoque relevante para la educación socioemocional y de la inteligencia emocional de los niños y son de interés para dar respuesta educativa en determinadas patologías como el autismo.