Ciencia España Madrid, España, Lunes, 09 de octubre de 2006 a las 09:45

Investigadores del CSIC estudian el proceso que permite a algunas algas marinas reflejar los rayos ultravioletas

Buscan posibles aplicaciones para futuros dispositivos fotónicos

IR/DICYT Un equipo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que algunas algas marinas son capaces de reflejar la radiación ultravioleta, un mecanismo que les permite vivir en la superficie del mar sin sufrir daños en su membrana protectora o en el ADN. El grupo, encabezado por Manuel Torres, trabaja sobre la hipótesis de que esta propiedad podría tener  aplicaciones beneficiosas en el diseño de dispositivos tecnológicos capaces de manipular la luz.

Según Torres, que pertenece al Instituto de Física Aplicada, estas algas –denominadas holococolitos– "han desarrollado estructuras cristalinas que actúan como protectores naturales contra los rayos ultravioletas del Sol. La evolución ha configurado estos cristales fotónicos naturales, que resguardan a las algas".

La aplicación tecnológica podría derivarse del momento en el que, según los expertos, estos holococolitos experimentan una transformación en su ciclo vital que los convierte en heterococolitos, es decir, en algas cuya nueva estructura no les protege de la radiación y les obliga a mudarse a zonas más profundas. "Si podemos controlar este mecanismo", explica Torres, "podremos reproducirlos en dispositivos fotónicos totalmente novedosos".

El trabajo ha contado con la colaboración de dos biólogas del CSIC, Marta Estrada y Lluisa Cros, que realizan su tarea habitual en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona. También han participado Rafael Quintero-Torres y José Luis Aragón, científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México.


El grupo de los cocolitofóridos
La investigación realizada por el equipo del CSIC se ha centrado en el estudio de los cocolitofóridos, un grupo de algas unicelulares cuya característica esencial es la cubierta rígida de placas de calcita en forma de disco que las rodea. Están divididas en dos tipos básicos, los heterococolitos y los holococlitos, siendo los primeros unidades cristalinas de forma y tamaño variable.

Por el contrario, los holococolitos están integrados por un gran número de pequeños cristales de calcita idénticos entre ellos y que se disponen formando una cocosfera. Es precisamente este escudo el que permite a las algas defenderse de los rayos nocivos del Sol.