Expertos del sector forestal analizan en Valladolid un hongo que puede llegar a provocar la muerte de pinos adultos
Marta Dompablo/DICYT Expertos de la Universidad Politécnica de Valencia, del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario y de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid, que se ubica en Palencia, entre otros, han analizado en el marco una jornada técnica que se ha celebrado hoy en Valladolid, una enfermedad de reciente aparición en España que afecta a los pinos y que puede llegar a ocasionar su muerte.
El chancro resinoso de los pinos causado por el hongo Fusarium circinatum afecta a diferentes especies de pinos y en especial al Pinus radiata, aunque también son susceptibles el Pinus pinaster y el Pinus halepensis y es capaz de infectar árboles de Pinus silvestris y Pinus nigra. Se conoce su presencia en Chile, Estados Unidos, Haití, Irak, Japón, México y Sudáfrica, y la primera referencia oficial de su detección en Europa fue en 2004 en viveros de Asturias y Cantabria. Actualmente, se encuentra localizado en la zona Norte de la península, tanto en viveros como en masas.
"En España está presente en las zonas del norte, pero no en Castilla y León", ha explicado a DICYT el profesor de Patología Forestal de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, Julio Javier Díez, que es uno de los coordinadores de este encuentro organizado por la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (Fafcyle). Este hongo llegó a España posiblemente a través de semilla infectada con dicho hongo procedente de Estados Unidos. "Esa semilla que tenía el hongo se plantó en el vivero, y el hongo fue infectando a las plantas, y de ahí acabó afectando al monte", ha puntualizado el investigador.
Los daños que provoca este hongo en los árboles se manifiestan con la formación de chancros (heridas y deformaciones) en ramas y tronco con abundante producción de resina, y como consecuencia, se secan las ramas en la parte alta del árbol, y finalmente, les provoca la muerte. En plantas jóvenes, se detecta por el amarilleo y seca de hojas inferiores que progresa en sentido ascendente hasta quedar totalmente secas.
La principal vía de transmisión de la patología a grandes distancias es la semilla y plántulas (plantas jóvenes) infectadas, por lo que el control a estos niveles es fundamental. Dentro de un vivero o en el monte la enfermedad se puede transmitir por diferentes medios como el agua, el aire e insectos.
Gestión sostenible de los bosques
Por otro lado, durante la jornada también se ha abordado el proyecto el proyecto Interreg IIB, Forsee, que se centra en la gestión sostenible de los bosques. Esta iniciativa ha servido para crear una red en la que participan nueve regiones de Irlanda, Francia, Portugal y España en las que se han analizado diversos marcadores como la fijación del carbono en los espacios verdes, la salud forestal, las funciones productivas del bosque, la biodiversidad, sus funciones protectoras y los beneficios socioeconómicos que aporta a los lugares en los que se enclavan.
"Este proyecto, por un lado, ha testado una serie de metodologías en el monte para averiguar si se puede decir a ciencia cierta y se puede evaluar de forma viable la sostenibilidad de un bosque", ha destacado Julio Javier Diez, al tiempo que ha asegurado que por otra parte, el proyecto trata también de evaluar el coste de realizar esta gestión sostenible. Finalmente, la tercera fase pretende mejorar la metodología de evaluación.
El objetivo básico de este proyecto es dotar a las administraciones de una herramienta que les permita evaluar la gestión forestal sostenible de los bosques, así como transponer las directrices europeas al ámbito regional de un modo efectivo y reforzar los sistemas de certificación.
Labor investigadora de la Universidad
La labor investigadora realizada por la Universidad de Valladolid dentro del proyecto se ha centrado en los criterios del carbono, salud forestal y biodiversidad, y su zona piloto de estudio, ubicada en la provincia de Palencia, abarca unos 56 municipios, con una extensión global de 186.701 hectáreas. Se halla en la intersección entre la Tierra de Campos y la montaña palentina, y es un área esencialmente agrícola donde cerca del 70% es aún y unos tres décimos de los terrenos los ocupan masas forestales de pinares de repoblación y chopos.
Los participantes de Forsee en Castilla y León han sido el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León, la Junta de Castilla y León y el Departamento de Producción Vegetal y Recursos Forestales de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la institución académica vallisoletana.