Estudian la presencia de arsénico en bebidas de consumo masivo
UTALCA/DICYT Determinar la presencia y concentraciones de arsénico en productos líquidos de ingesta o consumo masivo de origen nacional —como aguas embotelladas, vinos, jugos, cervezas y leche— es uno de los objetivos del Proyecto Fondecyt de Postdoctorado que se desarrolla en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca.
El arsénico (As) es uno de los elementos más tóxicos que se pueden encontrar en la naturaleza, y el ser humano se expone a él por diferentes vías, tales como la inhalación de aire contaminado, ya que se trata de un metaloide muy volátil. Asimismo, mediante el contacto con la piel o la ingestión de líquidos y alimentos. Así lo aseguró Yaneris Mirabal, investigadora postdoctoral responsable del estudio científico.
“En Chile se han encontrado altas cantidades de arsénico en fuentes de agua potable y en el aire, sobre todo en las zonas centro y norte del país, como consecuencia de la actividad minera. La exposición a este elemento trae varios efectos sobre la salud humana, que van desde la irritación del estómago, hasta la aparición de cáncer en la piel, pulmón, hígado; pudiendo incluso causar infertilidad y abortos en mujeres”, expresó Mirabal.
Control
La investigadora destacó que pese a que las autoridades han establecido una concentración máxima permitida de arsénico en agua de consumo humano, hay otros productos alimenticios que no cuentan con legislación o control adecuado sobre los niveles de este metaloide.
“De hecho, el Ministerio de Salud realiza el control de arsénico solo en algunos productos, y con una cantidad de muestras muy limitada: en agua, frutas, verduras, mariscos y pescados, y en muestras de sangre, uña, y orina. En nuestro país, no se han realizado estudios exhaustivos de determinación y cuantificación de este metaloide en productos líquidos de consumo masivo tales como aguas embotelladas, vinos, jugos, cervezas y leches”, precisó Yaneris Mirabal.
El proyecto Fondecyt además busca detectar la presencia y cantidades de otros ocho metales, los que también son esenciales para la vida, pero que en altas concentraciones resultan nocivos para la salud de las personas. Se trata del calcio, el potasio, el sodio, manganeso, magnesio, zinc, hierro y cobre. Se pretende lograr así un perfil de inocuidad para cada producto y la región donde se elabora.
Metodología
Los resultados permitirán realizar un estudio quimiométrico para comparar los efectos de las zonas de producción y la estacionalidad, en el contenido de elementos contaminantes de estos productos .Por esta razón, se busca determinar el nivel de arsénico total y dos especies inorgánicas que se constituyen en las más tóxicas para el ser humano (arsénico As3+ y As5+).
“La hipótesis es que como Chile es un país minero, probablemente haya contenido de algunos minerales potencialmente altos que pudieran estar afectando algunos alimentos. Y lo que se quiere hacer por lo tanto es prospectar si efectivamente eso se está dando o no”, afirmó el académico de la Facultad de Ciencias Agrarias, Felipe Laurie, quien es el investigador patrocinante de este proyecto.
Se analizarán diversas bebidas de origen nacional, a través de un muestreo y estudio de las distintas marcas elaboradas en Chile en las zonas norte, centro y sur del país. Se considerarán además teniendo las épocas del año en que éstas son elaboradas.
“Se podría generar un modelo o ecuación matemática que permita predecir el origen de esos productos, solamente a partir de la medición de su contenido de metales”, señaló el profesor Felipe Laurie.
Para determinar y cuantificar el arsénico total en cada muestra, se utilizarán avanzadas técnicas como la espectroscopía de absorción atómica con generador de hidruro (H-AAS) o la cromatografía líquida con espectrometría de masas. Se incluirán procedimientos para eliminar la interferencia de elementos orgánicos en las muestras.
Una herramienta
Otro de los objetivos de este trabajo científico, es obtener e implementar metodologías específicas para el tratamiento de cada muestra estudiada y toda la información referente a la presencia y cuantificación de arsénico y otros metales en dichos productos líquidos. De esta forma la metodología podrá convertirse en una herramienta de control de calidad y alarma temprana de niveles de arsénico. Asimismo, para la obtención de una exhaustiva base de datos de los productos y su contenido de metales.
“Si se encuentra que algunos de estos productos tienen niveles elevados de arsénico, lo que correspondería hacer en una etapa posterior es desarrollar investigaciones que permitan solucionar esa problemática. O sea, generar alternativas para reducir el contenido de estos elementos potencialmente nocivos o sencillamente eliminarlos. Y eso va a estar contemplado en un una próxima investigación”, explicó el académico Felipe Laurie.