El servicio de hematología del Hospital Clínico de Salamanca coordinará la aplicación de un nuevo medicamento contra el mieloma en pacientes europeos
AVPR/DICYT El Servicio de Hematología del hospital Clínico de Salamanca y del Centro de investigación del Cáncer (CIC) serán las instituciones encargadas de coordinar en Europa las pruebas de un fármaco de nueva generación, llamado Velcade, diseñado para tratar un tipo concreto de cáncer: el mieloma múltiple. Para lograr esta designación ha sido clave el trabajo del equipo investigador que coordina Atanasio Pandiella, y que desarrolla su actividad en el CIC, un centro mixto financiado conjuntamente por el CSIC y por la Universidad de Salamanca. Su esfuerzo ha logrado llamar la atención de diversas empresas farmacéuticas estadounidenses.
El Velcade aún no está en el mercado, pero ya ha pasado estrictos controles farmacéuticos en Estados Unidos. Se trata de un inhibidor de proteasoma: el conjunto de proteínas que ayudan a las células a deshacerse de los deshechos que ellas mismas generan. El medicamento consigue que la basura se acumule en el interior de estos organismos hasta que les provoca la muerte. El efecto del Velcade podría sumarse al de otros fármacos tradicionales en el tratamiento de miéloma múltiple como los gluco-corticoides. Éstos activan los mecanismos necesarios para que las células mueran de forma programada. El estudio de éstos y de otros fármacos ha sacado a la luz conclusiones muy interesantes tal y como señala Atanasio Pandiella: “Creemos que es mejor combinar varios medicamentos para atacar la enfermedad desde diversos frentes”. Realizar esta afirmación sólo ha sido posible tras el estudio genómico de las muestras de células tumorales extraídas de los pacientes que toman los fármacos.
El mieloma múltiple es una enfermedad que afecta a las células productoras de anticuerpos, concretamente a los linfocitos B. La función de estas células es vital, ya que se encargan de defender de posibles infecciones y enfermedades. Estas células residen en la médula ósea y se reproducen cuando deben luchar contra alguna invasión externa. Una vez que la infección se ha erradicado, las células que surgieron para luchar contra ella permanecen latentes o mueren. Esto no ocurre cuando los linfocitos B se convierten en células cancerosas. Siguen reproduciéndose lentamente hasta afectar al hueso. Se trata de un tipo de cáncer que no se puede operar pero para el que si existe tratamiento. Este es el reto que ocupa al equipo del investigador Anastasio Pandiella: “Estamos trabajando en dos frentes: Por un lado, avanzamos en el conocimiento de la enfermedad y, por otro, investigamos la eficacia de los medicamentos que se han utilizado hasta ahora y de algunos fármacos de nueva generación”.
Según Pandiella, “estamos ante un área de investigación importante de cara al futuro, ya que 3 de cada 100.000 habitantes en España padecen mieloma múltiple, además la enfermedad se manifiesta con mayor frecuencia en personas de más de 60 años y la población española envejece más rápidamente de lo que sería deseable”.