Technology Colombia , Valle del Cauca, Monday, June 01 of 2009, 16:19

El gusano de seda y su hilo tejen alianzas productivas

UN en Palmira apoya a la Cadena de Sericultura

UN/DICYT El gusano de seda significa la fuente de ingresos para las personas dedicadas a su crianza, extracción del hilo y elaboración de prendas. Pero esta vez se convirtió en la excusa perfecta para que investigadores del Departamento de Diseño de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira y la Cadena de la Sericultura del Valle del Cauca unieran fuerzas en busca de mejores diseños, texturas y colores. 
 

En la Universidad Tecnológica de Pereira nace la mayoría de los gusanos de seda que se crían en Colombia. Estos animalitos, en su etapa de madurez, son los encargados de producir el hilo suficiente para garantizar a los artesanos de la seda la materia prima necesaria. Lo irónico del caso, es que este hilo nace como un método de defensa que posee el gusano de seda para protegerse del medioambiente que lo rodea.

 

La seda se forma básicamente de una saliva producida por el gusano a través de sus glándulas serígenas, saliva que al entrar en contacto con el medioambiente y el oxígeno se condensa y forma la seda. “Es así como él va soltando su hilo, al tiempo que segrega sericina, líquido que lo compacta al capullo”, explicó Jesús López, operario de la Planta de Hilado ubicada en Palmira, Valle del Cauca.

 

La obtención de la seda es un proceso estandarizado, que varía dependiendo de las maquinas y el tipo de hilo que se desee obtener. Pero investigadores del Departamento de Diseño de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira quisieron apoyar a la Cadena de la Sericultura del Valle del Cauca, brindándole asesorías en cuanto a diseños, tendencias del mercado, colores, tamaños y texturas ideales para que sus prendas sean más atractivas.


En estas reuniones participaron artesanos, estudiantes de diseño industrial y profesores. Juntos pensaron las prendas, cada uno desde su quehacer y experiencia en el tema. Crearon nuevos diseños y modificaron las prendas ya existentes. “Como resultado empezamos a combinar los hilos, a manejar colores más vivos, logramos diversificar sus usos y aumentar los largos y anchos de prendas como bufandas. Todo ello nos ha dado una diferenciación con las otras cadenas de la seda”, describió Luz Helena Galvis, también operaria de la Planta de Hilado en Palmira.

 

Lo mejor, aclara la profesora Nélida Ramírez, líder del proyecto, fue contar con la asesoría de los expertos en el hilo obtenido del gusano de seda, los artesanos. El lema de trabajo fue concertación e intercambio de conocimientos y entre los alcances se destaca el Catálogo de Prendas y la Carta de Colores, pero lo más importante, coinciden todos los miembros del proyecto, es tener hoy día artesanos convencidos de la importancia de diversificar los productos. “Pudimos conocer más sobre tendencias y uso de colores. Gracias al trabajo con la Universidad Nacional de Colombia en Palmira hoy estamos explorando en qué mercados podemos competir de acuerdo a las características de nuestros productos”, expuso José David Lectamo Caicedo, representante legal de la Cadena.


La forma de combinar los colores e hilos específicos para desarrollar determinada prenda, fueron algunos de los temas de discusión durante los talleres, donde los académicos caracterizaron la materia prima, realizaron un diagnóstico del mercado y de las tendencias actuales. Temas que fueron aceptados y trabajados por los artesanos vallecaucanos.

 

Materias primas


Después de estas discusiones sobre la materia prima, describió la diseñadora industrial Nélida Ramírez, “se exploraron qué texturas se podían producir con esos hilos. En ello los artesanos nos contaban e instruían, nosotros documentábamos acerca de cómo era y cómo se hacían las extracciones de estas diferentes materias primas”, describió la investigadora.

 

A partir de ese trabajo se dio inicio al mejoramiento y creación de los diseños que constituyen la línea de producción de los artesanos del Departamento. Todo concluyó en un catálogo compuesto por 14 objetos entre bufandas, ponchos y accesorios que pueden ser elaborados basándose en las características planteadas en él, con información sobre formas, texturas, tipos de tejido y versatilidad en sus usos.

 

Con el catálogo se logró regularizar las dimensiones para las prendas, determinar las combinaciones de colores acordes con las tendencias, mejorar y diversificar los acabados, ampliar las composiciones con diferentes texturas y determinar el tipo de hilo que se debe utilizar dependiendo del diseño. Así mismo, saber qué colores utilizar, si el tono se debe conseguir a través de tinte natural o artificial y en qué cantidad, a través de la información estandarizada en la Carta de Colores.