Alimentación España , León, Viernes, 29 de abril de 2011 a las 14:05

Crean ‘capuchones’ para mejorar el tratamiento de las fístulas que se producen cuando se retira el pulmón

Investigación conjunta del Hospital Universitario de Salamanca y el Banco de Tejidos de Castilla y León

Antonio Martín/DICYT  Un proyecto de investigación conjunto del Hospital Universitario de Salamanca y el Banco de Tejidos de Castilla y León, perteneciente a la Clínica San Francisco de León, trata de corregir las fístulas producidas en intervenciones quirúrgicas en el pulmón a partir de ingeniería tisular. Las fístulas llegan a ocasionar una alta mortalidad entre quienes las padecen, de hasta el 33% según estima el director del establecimiento de tejidos, Javier Iglesias. La iniciativa trata de establecer una “profilaxis” para este tipo de patologías derivadas de intervenciones quirúrgicas.


En las operaciones de cáncer pulmonar (y de otras intervenciones que requieran la extirpación del pulmón o de alguna de sus partes) al retirarse el órgano, se debe cerrar el bronquio para que el conducto deje de administrar aire. Sin embargo, en ocasiones, este taponamiento del tubo puede terminar abriéndose, produciendo daños al paciente. Estas patologías no solo ocasionan perjuicios sociales para los individuos que las padecen, sino también económicas para los servicios que las tratan.


El proyecto de investigación consta de dos partes diferenciadas. La desarrollada en el establecimiento de tejidos, in vitro, y la parte experimental. La iniciativa acabará este año con la tesis doctoral de Pilar de la Puente, del banco de tejidos y becada por la Diputación de León. Participan cirujanos del Hospital Universitario de Salamanca, que realizaron la experimentación en la Facultad de Veterinaria de León con modelos de cerdo.


La experiencia trata de realizar una “profilaxis” de la fístula. “A partir de ingeniería tisular, se consigue, de manera autóloga, aportar una especie de capuchón para que no se provoque la fístula”, explica Javier Iglesias. Los trabajos realizados en animales de experimentación han mostrado resultados esperanzadores. Un total de 30 ejemplares de cerdo fueron empleados para, en un primer tiempo quirúrgico, obtener tejidos con células mesenquimales. Estas células se cultivaban en el banco de tejido para formar el capuchón. En un segundo tiempo quirúrgico, los cirujanos procedieron a colocar el recubrimiento en la unión del bronquio y el pulmón extirpado.


“Lo que hemos logrado en esta especialidad podría ser aplicadas en otras”, indica Iglesias sobre esta novedosa investigación. Por ejemplo, en las fístulas producidas en la retirada de un riñón. “Ahora valoramos si ampliamos la investigación para realizar estos procedimientos con métodos menos invasivos, como la laparoscopia”. En este caso, el equipo investigador pretende explorar si se pueden aplicar los conocimientos generados en conductos más pequeños dentro de un pulmón, y no en la retirada del órgano entero. “Tendría una aplicación clínica para el día a día”, afirma. Como en el caso anterior, esta segunda parte tendría dos fases, una experimental en el banco de tejidos y otra aplicada a modelos animales.


El proyecto se inició a partir de un planteamiento de Gonzalo Varela, investigador de Cirugía Torácica de Salamanca, dirigido por José María Aranda. El equipo de investigación es multidisciplinar, compuesto por médicos especialistas, biólogos en el banco de tejidos y veterinarios.

 

 

Cuatro líneas gemelas en ingeniería tisular
El establecimiento de tejidos de la Fundación Clínica San Francisco desarrolla actualmente cuatro líneas de investigación para dar respuesta a la pérdida o fallo funcional de un tejido. Estas líneas se llevan a cabo al amparo de la cátedra extraordinaria Manuel Elkin Patarroyo.
Hasta ahora, cuando existía algún problema con un tejido siempre se recurría a realizar un implante heterólogo (procedente de una especie diferente). Sin embargo, en la actualidad la comunidad científica considera que es mejor utilizar, en la medida de lo posible, injertos autólogos, obtenidos a través de la ingeniería de tejidos. Dicha ingeniería consiste en la manipulación y el desarrollo de células y tejidos con el fin de conseguir la sustitución de partes del cuerpo humano dañadas por otras de idénticas características pero de carácter in vitro. Además del campo del pulmón, el banco de tejidos trabaja con válvulas cardiacas, tejido óseo y limbo.