Medio Ambiente Panamá , Panamá, Jueves, 24 de septiembre de 2020 a las 15:22

¿Cómo alteran las jirafas y los elefantes el paisaje de la sabana africana?

Por medio de sus patrones de comportamiento al alimentarse, los megaherbívoros podrían estar influyendo sin saberlo en el crecimiento y supervivencia de la vegetación en valles y mesetas

STRI/DICYT Mientras deambulan por la sabana africana en busca de alimento, las jirafas y elefantes alteran la diversidad y riqueza de su vegetación. Al estudiar los patrones de alimentación de estos megaherbívoros en distintos parajes en Kenia, científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) e instituciones aliadas descubrieron que estos grandes mamíferos prefieren alimentarse en terrenos planos, lo que podría afectar el crecimiento y la supervivencia de especies de plantas en paisajes uniformes de la sabana, como valles y mesetas.

 

A los megaherbívoros les preocupa más consumir la mayor cantidad de alimento posible con el menor esfuerzo posible, que evitar depredadores. Los elefantes pueden consumir hasta 600 libras de vegetación en un día; las jirafas, alrededor de 75. Esto llevó a los científicos a preguntarse sobre el impacto que podrían tener estos animales en la vegetación de una diversidad de paisajes en la sabana.
 

"Estudios anteriores han demostrado que los megaherbívoros ajustan sus patrones de movimiento para evitar desplazamientos que requieran invertir más energía", explicó el coautor David Kenfack, científico de STRI, coordinador de las parcelas de monitoreo forestal de la red ForestGEO en África y recientemente elegido miembro de la Academia Africana de Ciencias. “Queríamos saber hasta qué punto las variaciones en la topografía pueden influir en el daño causado por los hábitos alimenticios de estos carismáticos animales, y evaluar si la escasez estacional en la disponibilidad de alimentos obligaría a los megaherbívoros a aventurarse hacia áreas con terreno accidentado”.

 

Sus observaciones, realizadas en una parcela de monitoreo de vegetación a largo plazo de 120 hectáreas de la red ForestGEO del Smithsonian, ubicada en el Centro de Investigación Mpala en Kenia, confirmaron que las jirafas y los elefantes prefieren los terrenos planos al buscar alimento.
 

Compararon el daño registrado en los árboles de Acacia mellifera, que crecen en los distintos paisajes de la sabana y son un alimento común para los megaherbívoros. Descubrieron que los árboles que crecían en las pendientes pronunciadas eran más altos y tenían menos tallos que los que crecían en valles y mesetas, lo que sugiere que los elefantes y las jirafas tienden a evitar alimentarse en estos hábitats menos accesibles.

 

Este comportamiento no cambió durante la estación seca, cuando los recursos escasean, lo que indica que estas dos especies prefieren dispersarse a nuevas áreas con condiciones más favorables que escalar una ladera cercana para alimentarse.
 

Para los autores, estos patrones de alimentación podrían ayudar a preservar las laderas pronunciadas como hábitats protegidos, con una mayor diversidad y densidad de vegetación que las áreas visitadas con más frecuencia. Sus hallazgos apoyan este argumento: el número y la variedad de árboles encontrados en las laderas empinadas fue mayor que en los valles y mesetas.

 

"Este estudio ha ampliado nuestra comprensión del papel de la topografía en los patrones de diversidad de las plantas", expresó Duncan Kimuyu, becario postdoctoral del Smithsonian en Mpala, profesor de la Universidad de Karatina en Kenia y autor principal del estudio. "Se necesitan más investigaciones para comprender cómo otros factores, como las diferencias en las propiedades del suelo, pueden interactuar con la topografía y los megaherbívoros para influir en el crecimiento y la supervivencia de la vegetación en la sabana africana".