Avances en la eficiencia y sustentabilidad energética en El Salvador
UCA/DICYT En 2007, el Gobierno creó el Consejo Nacional de Energía, el cual dio como uno de sus primeros resultados la Política Energética Nacional 2010-2024. La UCA participó en la formulación de la Política como parte de un comité consultivo. Axel Söderberg, catedrático del Departamento de Ciencias Energéticas y Fluídicas y exmiembro de dicho comité, cuenta que a partir de ese momento se empezaron a tomar medidas que modificaron la matriz energética nacional, la cual actualmente ya no depende totalmente de las fuentes tradicionales: hidroeléctrica y combustibles fósiles.
La participación en un área tan estratégica para la sustentabilidad del país no fue casualidad. La Universidad desarrolla desde hace más de una década investigaciones y proyectos sobre eficiencia energética (uso racional de los recursos energéticos) y energías renovables (aprovechamiento de recursos naturales como el sol, los flujos de agua, el viento y deshechos de producción industrial como alternativas a fuentes de energía que tienen un impacto ambiental negativo).
La plancha de gas eficiente es uno de esos proyectos. Gracias a su diseño, la plancha reduce en un 53% el consumo de gas propano, mejora la eficiencia en la cocción de los alimentos (a diferencia de las planchas tradicionales, el calor se distribuye uniformemente en toda la superficie en la que se prepara la comida) y reduce la temperatura externa, con lo que mejora el confort de quienes la utilizan. Actualmente, se están gestionando acuerdos con una entidad bancaria para la producción y distribución de la plancha, de modo que sea accesible para dueños de pequeños negocios en todo el país.
Otras investigaciones están orientadas al diseño de edificios eficientes, como el proyecto “Conceptos y lineamientos para construir edificios cero energía neta en El Salvador”, financiado por el Proyecto de Fortalecimiento de la Educación Superior para el Crecimiento Económico, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), y el Fondo de Investigación UCA.
La iniciativa permitirá la construcción, dentro del campus, del primer edificio del país que funcionará completamente con energías renovables, y que alojará nuevos laboratorios para los estudiantes de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura. Además, el proyecto contempla la adquisición de un vehículo eléctrico que permitirá hacer investigaciones sobre contaminación y movilidad limpia.
“Hemos sido pioneros en la implementación de energías renovables dentro del campus, pero vamos más allá de casa al desarrollar proyectos en comunidades remotas que no tienen acceso a energía eléctrica. Ahora nos interesa estudiar cómo interconectar fuentes de energías renovables a la red de energía eléctrica nacional y cómo almacenarla”, explica Aarón Martínez, jefe del Departamento de Ciencias Energéticas y Fluídicas.
La Universidad también organiza foros, talleres y seminarios sobre la temática junto a otras instituciones, a fin de que tanto académicos como profesionales del sector y estudiantes discutan y compartan conocimientos sobre tecnología de punta que puede aplicarse en el país. En esa línea, por ejemplo, se desarrolló, junto a la embajada de Francia, un seminario sobre almacenamiento de energías renovables.
“El Salvador es el país que tiene la máxima capacidad en geotermia de la región centroamericana. En cuanto a energía solar, puede llegar a representar el 4.91% de la matriz energética del país. Si bien la revolución que estamos experimentando en la transición energética trae nuevas perspectivas, nuestra responsabilidad es de acompañarlas y construir un ambiente eco-regulador favorable”, afirma David Izzo, embajador de Francia en el país.
Para dar un paso más, la Universidad comenzará a impartir en 2019 la Ingeniería Energética. La nueva carrera de pregrado le permitirá al país contar con profesionales capaces de diseñar, desarrollar y administrar proyectos o programas relacionados con sistemas energéticos eficientes y ambientalmente sostenibles, que mejorarán la matriz energética nacional y permitirán el ahorro en operaciones industriales, comerciales, residenciales o de transporte.