Salud Colombia , Bogotá D.C., Jueves, 09 de diciembre de 2010 a las 13:13

Asocian genes al desarrollo de lupus y artritis en la poblaci贸n colombiana

El trabajo se present贸 en Estados Unidos en la Asociaci贸n Americana de Incompatibilidad e Inmunogen茅tica (ASHI)

UN/DICYT Un estudio realizado con población de la costa atlántica y Bogotá permite avanzar hacia el conocimiento del origen de las enfermedades autoinmunes (EAI), que afectan al 5% de la población mundial. Luego de tres años de estudios, la investigadora Martha Ramírez, especialista en genética de la reumatología de la Universidad Nacional de Colombia, encontró asociación entre un polimorfismo (cambio de una secuencia de ADN de los genes) y la manifestación clínica de las enfermedades autoinmunes (EAI), como artritis reumatoide (AR) y lupus eritematoso generalizado (LES) en población colombiana.


Este es el segundo estudio de este tipo realizado en el país para los genes PTPN22 y STAT4 (el primero fue realizado por el grupo que dirige el doctor Juan Manuel Anaya de la CIB de Medellín) y el primero en población colombiana para el gen CTLA4. Los resultados del estudio de la UN replicaron la asociación de PTPN22 con lupus y encontraron una nueva asociación con AR en la población estudiada.


Lo anterior es fundamental si se tiene en cuenta que estas EAI se desencadenan por múltiples factores genéticos y ambientales, es decir, aquellos que rodean el estilo de vida de la gente, aún no esclarecidos.  "Estudiamos tres genes: PTPN22, CTLA4 y un gen STAT4, reportados mundialmente como asociados a las enfermedades autoinmunes, en dos grupos de pacientes; uno sano y el otro enfermo. Los individuos procedían de la costa atlántica (Barranquilla) y de la región central de Colombia (Bogotá). La muestra fue lo suficientemente representativa (1.451 individuos). Acá cabe aclarar que la asociación que encontramos, fue directa y robusta, por lo menos en el caso de PTPN22 para LES y AR, al igual que STAT4 para AR y LES siendo independiente del estado de severidad de estas enfermedades”, explica la investigadora Ramírez.


Quite a la postración


La AR es una enfermedad que puede afectar a todas las articulaciones del cuerpo recubiertas por un tejido llamado sinovial, causando inflamaciones que a su vez traen mucho dolor y terminan por dañar la articulación e impedir su movilidad.

 

La AR ataca a ambos sexos, pero es más frecuente en la mujer en la proporción de 3 a 1; sin embargo, en los pacientes en los cuales la enfermedad se inicia después de los 60-65 años esta proporción tiende a igualarse. Su comienzo es más frecuente entre las personas mayores de 45 años de edad, pero se puede encontrar en pacientes mayores de 65 años.


El LES, es una enfermedad que produce un exceso de proteínas sanguíneas, denominadas anticuerpos, y estas pueden acumularse en diferentes órganos causando una variedad de lesiones, por ejemplo en la piel, causando eritema en forma de mariposa, unirse a las paredes de los pequeños vasos sanguíneos o depositarse en el riñón, el cerebro, los pulmones, el tracto gastrointestinal y las articulaciones. Durante la activación de la enfermedad, las molestias más frecuentes son bastante diversas: fiebres, fatiga, dolores de cabeza, musculares, articulares y compromiso de múltiples órganos.


La enfermedad articular del LES difiere, sin embargo, de la AR en un aspecto muy importante. En el LES es muy raro que las articulaciones se dañen, es decir, se produzcan erosiones.
 

Para la caracterización de los genes asociados a estas dos enfermedades, hecha por la investigadora Ramírez, se tomaron pacientes de la costa atlántica tratados por el doctor Antonio Iglesias, profesor titular de la UN y especialista en reumatología e inmunología. Los controles los proporcionó el Instituto de Inmunología de la Universidad del Norte de Barranquilla. Para la población de Bogotá se incluyeron pacientes de la consulta de reumatología de la Facultad de Medicina de la UN y los controles sanos fueron trabajadores y estudiantes voluntarios de la Institución.

 

Mediante un procedimiento de biología molecular, denominado PCR, en tiempo real, con sondas de hibridación e hidrólisis, se lograron identificar los genotipos, y con la ayuda de softwares estadísticos se hallaron estas asociaciones.


“Una vez se conoce cuál es la secuencia de un gen normal y la del polimorfismo, podemos trabajar con primers, plantillas que se pueden diseñar con la secuencia normal o con la del polimorfismo, dependiendo de lo que se quiere tipificar. Se introduce el material genético para ver si concuerda con la plantilla y así se determina si se trata de una proteína normal o mutada”, explica la investigadora.


“Cuando uno diagnostica tempranamente estas enfermedades puede modificar un poco la historia natural, al iniciar un tratamiento temprano y oportuno para evitar los daños estructurales en las articulaciones. Estas dos enfermedades producen mucho dolor, pero también inflamación y deformación en los pacientes con AR, aun en personas muy jóvenes, y la gente se deprime con esto”, explica el profesor Iglesias.


La investigadora recalca que los resultados de este estudio, que contó con el apoyo del Instituto de Parasitología y Biomedicina de Granada (España), también son importantes para tomar medidas de control. “Las personas que tengan estos polimorfismos, que pueden detectarse a través de exámenes específicos, deben cuidarse de los factores ambientales, como los rayos solares en los casos de lupus, o del cigarrillo en ambas enfermedades”.


El no también es una respuesta


Además de la asociación de estos dos genes, el estudio del tercer gen CTLA4 no mostró evidencia de asociación alguna con la autoinmunidad, "por lo tanto sugerimos que este gen no juega un papel crítico en la predisposición genética para desarrollar AR o LES".


La investigadora advierte, sin embargo, que sería necesario desarrollar un estudio replicativo con un mayor número de casos y controles para poder confirmar que no se trata de un marcador que indique susceptibilidad a estas enfermedades en población colombiana.


“En el campo de la epidemiología genética los resultados de no asociación poseen un alto valor, ya que ayudan a descartar posibles genes que parecen tener un papel importante en la enfermedad”, concluyó la genetista Ramírez.